Año 2006 (Aquel ser que puede darte todo y maldecir a una ciudad completa ). Hace años…, demasiados. Tantos, que tal vez, ninguno de los que hoy somos habitantes de esta ciudad había nacido, un hombre se encontraba con un ángel diablo. Muchos años después algunos habitantes de LA PUNTA, se cuestionaban varios interrogantes. Por ejemplo; uno de ellos hablaban del porque de accidentes extraños en nuestras rutas o suicidios inexplicables.
Otros azorados escuchaban en noches tranquilas, puertas que se abrían, ventanas que se cerraban; y al acercarse a las aberturas, estas aún se movían en noches donde el viento no existía. Otros miraban la iglesia vacía de fieles en los días de misa, después de tantos reclamos, por la construcción de la misma.
Algunos más osados, afirmaban vivir en una tierra maldita; maldita por el mismo diablo, que había sellado aquel pacto.
Y la historia comenzó en realidad hace casi, más de noventa años.
Un hombre. Tan mortal como cualquiera de nosotros, comenzaba sin saberlo, a tejer una trama para engañar al ángel echado del cielo.
Un hombre sin letras que escribieran su nombre, invocaba al rey del infierno, en esa casita, dicen las viejas, cercana al gran río ya seco a pasos de donde HOY, está un importante centro universitario.
Fueron muchas las noches de pollos sacrificados derramando sangre sobre el tronco de un algarrobo viejo. Nada satisfacía al hombre que practicaba todos los hechizos heredados de sus ancestros, para llamar a aquel, que le daría por el resto de su vida, riqueza y poder.
Una de esas noches fue diferente. El viento comenzó a soplar cada vez más fuerte, pero los pocos árboles que rodeaban esa casita, no se movían. Los animales nocturnos, dicen la viejas, huyeron aterrados. Sólo junto al silbido del viento se escuchaba el llanto de un bebé…. y el arrastrar de una serpiente.
Medía varios metros y su piel oscura dejaba una profunda huella en la tierra reseca, por tantos meses sin agua caída del cielo. Su rostro…. era humano al igual que el de un niño recién nacido. Desde las profundidades del mismo infierno, ascendía la serpiente con rostro angelical, a negociar, con aquel, deseoso, de poder.
Cuentan las letras recitadas en noches de guitarreadas y litros de tintos, que satán hizo su propuesta. Le daría a aquel lugareño todas las tierras que lograra rodear caminando durante toda esa noche.
Y el hombre caminó en un círculo 9 leguas, siempre esquivando las sierras. Le traería a la mujer más hermosa para que esta le dé nueve hijos.
Le daría nueve chivas que tendrían nueve crías cada una y así se repetiría durante toda su vida. Le abriría desde la tierra nueve vertientes para que ese desierto sea fértil.
Le daría vida sana durante noventa años más. Y el hombre comenzó a ver sus deseos convertidos en realidad.
La serpiente, le pidió a cambio poca cosa. Primero debía alimentarla con parte de la leche de los pechos de su nueva esposa, aquella que brotara durante nueve años, un embarazo por cada uno de ellos. Luego el alimento debía ser el producido por los animales del corral.
El segundo término del contrato firmado con sangre sobre aquel tronco, indicaba que novecientas almas, que habitaran esas tierras después de los noventa años, serían bajadas al abismo del infierno.
El tercero le decía que su alma quedaría vagando por toda la eternidad, en ese rodeo de nueve leguas.
Y en su afán de deseo le indicaba en cuarto lugar, que si el juramento era roto, serían nueve mil las almas llevadas. Aunque el hombre no sabía que al dar leche materna, sus hijos, más los hijos de los hijos, durante nueve generaciones también irían a sufrir eternos tormentos. Generaciones que perderían poco a poco las tierras y morirían en sufrimientos hasta que el apellido quedara en el olvido.
Hoy, algunos cuentan en esas noches de tintos masivos, que la serpiente anda suelta, buscando a quien darle deseos. Algunos afirman haberla visto en cercanías a ruta 3, pero lejos de tierra bendita, donde se encuentra el monasterio.
Otros confirman estar buscándola por el viejo río ya seco, para lograr así, cumplir todos sus sueños.
Otros dicen que un nuevo lugareño, residente en un campo cercano ya la tendría dándole alimento y recibiendo deseos. Son muchos los dichos, como también afirman, que en aquel contrato nadie aclaro como este, podría ser roto.
Y el hombre estando en el albor de su vida, descubrió que el nueve existía en toda su existencia.
Y simplemente arrepentido de la firma ya hecha, mató de un disparo a su noveno hijo. Mato al noveno de cada cría de su inmenso corral de chivos.
Y mató a cada noveno en su lista de nietos.
Así, el no se salvó de la maldición de recorrer estas tierras por un tiempo infinito. Pero salvo a su familia de todos los tormentos. El contrato fue roto. Nueve mil almas marcharan según indica la leyenda, hacía los abismos del mismo infierno.
Aunque…. en cada payada se preguntan los lugareños que sucederá con las nueve mil almas que el diablo se llevaría noventa años después; noventa años….. qué sumados……….., llégan a nuestros días, aquí en nuestro propio suelo. El tiempo se acaba, los noventa años, llegarían para un par años después del año 2015. Allí comenzarían a morir un experto en leyes ya entrado en canas, aunque joven. Una mujer adulta, pero pura y casta. Un escriba que podría ser quien escribe esta leyenda o historia…. Solo sería el principio del final de La Punta. Solo sería el principio, de algo que arrasaría con gran parte de la ciudad. PERO esto ya es otra historia. Tal vez logremos descubrirla …..
2015: Hoy se dice que el culebrón, estaría siendo alimentado por un grupo familiar dedicado a la política, en una zona del Departamento Belgrano. Temerosos los lugareños, no quieren hablar del tema
Que es el culebrón Lampalagua; Animal semejante a un culebrón descomunal, que se cría muy bien alimentado. Devora cuanto encuentra a su paso. Se bebe los arroyos, los ríos, se come a los niños, hombre, animales, y hasta los árboles que le obstaculizan su marcha. Es muy venenoso, tanto que hasta sus cerdas toquen la piel de un hombre, para que éste caiga muerto. Para matarlo, se cubre el árbol en que está escondido con una tela fuerte, para que no pueda huir, y en seguida se le prende fuego al árbol. Se entiende que es uno de los ángeles caídos que el mal puso sobre la tierra.
Trajina de noche, aunque a veces lo hace de día. La principal característica es la fuerza que tiene su estómago, que cuando resuella, absorbe a los animales que van a dar a él, donde caben enteros, porque su estómago es colosal.
Edgar Fabian Ferrarelli El Punteño
17.479.802
Imagen Alejandro Aviles
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