En las primeras noches de abril vecinas de las casas individuales, comenzaron a hablar del tema.Decían las mujeres, primero hablando en esas, las reuniones de nuestras mujeres punteñas.Lo hablaban por lo bajo, creyendo que  serían tratadas de delirantes o mentirosas.Hasta que la noticia llegó a los almacenes del barrio.

brujasbailando

Y ya fueron los hombres, nosotros,  que somos más chismosos que las damas, los que comenzamos a difundir los hechos.

Alguien salió al patio escuchando risas en el viento.

Otra vecina aseguro ver sombras que acompañaban esas risas y sobrevolaban los cielos.

Y una nueva historia comenzamos a a investigar.sabatbrujas

Nos encontramos sin querer en un paraje de La Cumbre, con dos camioneros. Esos que recorren las rutas argentinas, esos que viven desde niños detrás del volante. Uno de ellos, el abuelo, tenía tantos años, como arrugas en su rostro. Y hablando de autos, de caminos, de ruteras, fue solo mencionar La Punta, para que el hombre palideciera.

Curioso y hasta pesado como siempre insistí al hombre me cuente la historia.

Y después de dejarme extorsionar con un par de tintos que pagué, la lengua se aflojo y escuche…….una nueva leyenda, que es nuestra.

Cuando los grandes camiones eran bedford; cuando las cosechadoras se llamaban M´CORMICK y los tractores HANOMAG, este hombre pasaba en un camión por la ruta vieja, esa que hoy se llama avenida Serrana.

Una noche de frío el camión se paró y el motor se clavó.

El y su compañero vieron a lo lejos una fogata. Dice el hombre que el lugar exacto es donde se encuentra hoy nuestra comisaría 28.

Se acercaron pidiendo ayuda y se encontraron, con mujeres de largas polleras bailando y bebiendo junto a bebés sonrientes.

Fueron invitados y se anotaron en la tentación de verse rodeados de tantas hormonas femeninas y bebés sonriendo.

Bebieron vino rojo como la sangre; comieron creían pollo asado y carne.

Escuchaban en el viento risas y veían sombras volando pero el alcohol tan ardiente los llevó a creer que estaban rodeados de amor de mujeres y así se durmieron.

Pasó la noche y despertaron cuando el sol estaba casi en el mediodía.

Encontraron a su alrededor pollos muertos y los bebés asesinados bañados en sangre. Carne roja aún sangrando. Plumas de aves.

Sus cuerpos desnudos estaban marcados con raras estrellas y letras de un idioma ya muerto. La tinta no era tinta, era la sangre de las aves y los bebés sacrificados .

Todo era espinillos alrededor de ellos y los restos del fuego ni existían.

Solo unas viejas escobas chamuscadas.

Volvieron al camión, el que tomo marcha en forma inmediata.

Luego de horas de andar se encontraron con viejas de polleras largas que al mirarlos, les huían.

Al llegar a un paraje ahora pueblo se animaron y preguntaron al único que se no evitó enfrentarlos.

Y les dijo….. Sus cuerpos habían sido marcados por brujas. Su sangre había sido ofrecida al diablo.

Habían sido víctimas de un rito. De esos que se hacen en  festejos a ese diablo.

El único que sin mirarlos a los ojos les contó la historia también les anunció que su vida terminaría recorriendo caminos. Y al morír el cuerpo, volverían a ese lugar para participar eternamente de aquel rito.

Y averiguamos más. En noches de vientos tranquilos su compañero de camino, fallecido en una ruta, le dijo en un sueño que vive perseguido por mujeres montadas en escobas, las que usan largas polleras y cabelleras. Que son hermosas pero que solo le piden la llegada del compañero aún vivo.

Volviendo a La Punta en una noche sin viento, corrimos hasta el barrio del que hablaban y vimos sombras surcando el aire detrás de un viejo camión que aún marchaba en cercanías al árbol solo ubicado frente a las casas individuales.     arbolsoloArbol sólo ubicado frente a casas individuales camino a escuela Rosenda Primaria              

                                                                                                                  Edgar Fabián Ferrarelli

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